Dolor y desolación persisten en Guatemala a un año de tragedia del Volcán de Fuego
Arena volcánica, piedras gigantes y hierros retorcidos de algunas casas en ruinas destruidas por la potente erupción del volcán de Fuego, hace un año en Guatemala, son testigos mudos de la tragedia que dejó más de 200 muertos y desaparecidos.
Los grandes montículos de arena negra que sepultaron la empobrecida colonia de Los Lotes, unos 35 km al suroeste de la capital, permanecen en el lugar y la mayoría de casas siguen soterradas, muchas con grandes troncos de árboles en su interior.
El 3 de junio del 2018, el volcán de Fuego, de 3.763 metros de altitud, registró una violenta erupción que provocó una avalancha de gases, ceniza y rocas ardientes que arrasó la comunidad de San Miguel Los Lotes.
La devastación dejó un saldo de 202 muertos y 229 desaparecidos, según datos oficiales.
Hace meses que el gobierno suspendió los trabajos y retiró la maquinaria pesada debido, según argumentó, a los peligros que representaba continuar removiendo escombros en esa zona.
No obstante, las autoridades de protección civil siguen sin declarar camposanto el área debido a presiones de familiares y sectores sociales que exigen continuar con las operaciones de búsqueda, localización y rescate de víctimas.
Para ayudar a los damnificados, el presidente Jimmy Morales entregó el 15 de mayo las escrituras de sus nuevas viviendas a 168 familias, de las 1.000 que se vieron afectadas.
Las familias fueron reubicadas en un complejo en el departamento de Escuintla, al sur de la capital, cerca de la comunidad afectada de Los Lotes.
Redacción / CB24