El Papa que decidió «bautizar» el café

Cuando el café llegó a Europa, se lo conoció como “el vino árabe”. Enseguida, la Iglesia Católica italiana empezó a dar señales de que no aceptaba la oscura bebida “satánica“. Así, en los lejanos vaivenes del siglo XVI, el Papa Clemente VIII no pudo negar el furor por el oro negro entre sus feligreses: las presiones, que se multiplicaban aun dentro de la mismísima Iglesia, terminaron por exigirle al Papa una definición.
Clemente bebió una taza y, sinceramente cautivado, dirimió el conflicto: “Sería pecado dejar a los descreídos una bebida tan deliciosa. ¡Venzamos a Satanás impartiéndole bendición, para hacer de ésta una bebida verdaderamente cristiana!”.

Con información de agencias