Crisis bananera en Panamá desata estado de emergencia

El Gobierno de Panamá declaró el estado de emergencia en la provincia de Bocas del Toro, epicentro de una serie de protestas y bloqueos que han generado millonarias pérdidas económicas, particularmente en el sector bananero.
La medida fue aprobada por el Gabinete a través de una resolución que activa una comisión de alto nivel para atender la crisis. Esta podrá autorizar contrataciones excepcionales y agilizar compras para reactivar la economía local.
“No se suspenderán derechos ni garantías constitucionales”, aclararon las autoridades, subrayando que no se usará la emergencia para intervenir en los bloqueos.
La provincia registra más de 30 cierres viales tras una huelga impulsada por el sindicato Suntracs y gremios docentes, que rechazan reformas al sistema de Seguridad Social. Parte de la región, de carácter insular, permanece aislada, lo que obligó a las autoridades a establecer puentes humanitarios.
En el foco del conflicto está Chiquita Panamá, filial de Chiquita Brands, que despidió a cerca de 5.000 trabajadores y paralizó sus operaciones, alegando una situación de “fuerza mayor”. La empresa reportó pérdidas superiores a 75 millones de dólares, daños en sus cultivos y un intento fallido de reintegrar al personal.
“Este plan de emergencia busca crear alternativas laborales para una comunidad altamente dependiente de la industria bananera”, explicó la ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz.
La incertidumbre continúa en una zona clave para el turismo y la agricultura, mientras las tensiones entre Gobierno, sindicatos y empresas amenazan con escalar.