Libertad de prensa en Panamá enfrenta presiones judiciales y económicas, alerta la SIP
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió este domingo que la libertad de prensa en Panamá enfrenta un panorama complejo: aunque no se registran agresiones físicas graves contra periodistas, persisten desafíos judiciales y económicos que generan presión sobre los medios de comunicación.
Demandas judiciales que amenazan a los medios
Según el informe anual de la SIP, el principal problema son las demandas civiles y penales contra periodistas y medios, debido a que la legislación vigente permite el secuestro de bienes antes de presentarse pruebas. Esto pone en riesgo la viabilidad financiera de los medios afectados.
El diario La Prensa, uno de los principales del país, enfrenta 15 demandas civiles por montos millonarios y otra por supuestas injurias de un diputado. Otros medios como La Estrella de Panamá y Foco también tienen procesos legales pendientes, algunos con embargos que afectan su operatividad.
Publicidad estatal y presiones económicas
El informe también señala que la publicidad estatal se utiliza como mecanismo de presión. Tras una investigación de La Prensa sobre el uso de 7,1 millones de dólares para restaurar una “villa diplomática”, el medio recibió la cancelación de varios contratos publicitarios de instituciones estatales, según la SIP.
El Forum de Periodistas documentó que la mayoría de los medios reciben presiones gubernamentales a través de la pauta, lo que genera autocensura y limita la independencia editorial.
Obstáculos en transparencia y acceso a la información
La SIP destacó que la Ley de Acceso a la Información sigue siendo insuficiente. Funcionarios evitan responder cuestionamientos o se amparan en la Ley de Protección de Datos Personales para negar información pública. Además, la Asamblea Nacional no avanzó en iniciativas de transparencia, y en actos oficiales se discrimina a ciertos medios.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, también ha mostrado “reacciones destempladas” frente a preguntas incómodas, mientras que campañas de desprestigio digital persisten, impulsadas en algunos casos por el expresidente Ricardo Martinelli.
Garantías que permanecen
A pesar de estas presiones, la SIP reconoce que no se han registrado cierres de medios, bloqueos digitales, ni atentados físicos graves. Sin embargo, la difícil situación económica ha provocado que varios periodistas opten por trabajar de manera independiente o abandonar la profesión.
