UNICEF pide protección a la niñez en Costa Rica
Ante las muertes de un niño de cinco años debido a presuntas agresiones físicas y psicológicas y de un bebé de apenas dos semanas posiblemente víctima del síndrome del niño sacudido, UNICEF emite un llamado al conjunto de la institucionalidad ejecutiva, legislativa y judicial, así como de todos los segmentos de la sociedad costarricense, para repudiar estas situaciones y tomar medidas urgentes para evitar que se sigan presentando nuevos casos.
UNICEF recalca que la violencia contra la niñez en todas sus formas es inaceptable y que todas las niñas y los niños, independientemente de su nacionalidad o condición social o económica, tienen el derecho consagrado constitucionalmente de recibir de sus familias amor, paciencia y apoyo, donde estén lejos de tratos y comportamientos violentos y se sientan aceptados, seguros y protegidos.
Como lo indica el Código de la Niñez y Adolescencia, amparado en la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Costa Rica en 1990, las instituciones están llamadas a proteger y aplicar todas las medidas investigativas y procesales, de manera que estos crímenes no queden impunes.
UNICEF insta al Estado costarricense a fortalecer, ampliar y hacer más efectivas las políticas, programas y acciones preventivas en contra del abuso y la violencia haciendo más contundentes los planes, estrategias y mecanismos de prevención que ya existen en el Sistema Nacional de Protección Integral, y que éstos cuenten con la debida y sostenida designación de recursos del presupuesto nacional.
“La edad tan temprana de estas dos víctimas infantiles tiene que generar la indignación nacional. Como sociedad no fuimos capaces de garantizarles su derecho a la vida y permitimos que sus futuros y oportunidades les fuesen arrancados cruelmente. Esto nos debe llamar a una profunda reflexión sobre las debilidades del sistema de protección y su impacto en la pérdida de vidas de niñas y niños”, enfatizó Gordon Jonathan Lewis, Representante de UNICEF en Costa Rica.
Lamentablemente, esta no es la primera vez que se dan estos hechos en Costa Rica, enfrentando al país y sus ciudadanos a una realidad que muchos se niegan a ver. La muerte de estos niños una vez más demuestra que la violencia contra la niñez se ha convertido en una práctica cultural normalizada y aceptada por la sociedad.
Según la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados 2011, en Costa Rica el 46% de las niñas y los niños de 02-14 años fue sometido a al menos una forma de castigo psicológico o físico a cargo de sus madres/cuidadores u otros miembros del hogar, mientras que el 3% de las niñas y los niños fue sometido a castigos físicos severos.
“La prevención es la estrategia más efectiva para forjar un país protector de las niñas y niños, pero requiere de un compromiso firme no solamente de las instituciones del estado, pero también de los padres y madres de familia, líderes comunitarios y religiosos y del sector privado, entre otros, en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Todos tenemos la responsabilidad de garantizarles a las niñas, niños y adolescentes una vida libre de violencia
donde sus derechos sean respetados. Cuando un eslabón de la cadena falla, falla todo el sistema”, enfatizó Lewis.
